Keblinger

Keblinger

martes, 7 de junio de 2011

Hola, me llamo Elva y soy celiaca

Me diagnosticaron la enfermedad celíaca hace 4 o 5 años después de 30 años de haber estado comiendo lo que no debía.

Yo no sabía que tenía porque es una enfermedad que te engaña, a veces te cae mal una cosa, a veces otra, aparte que yo no estaba ni enterada de que existía esa enfermedad.

Mido 1.70 y de pronto empecé a bajar y bajar de peso sin causa aparente, llegue a pesar 43kg, se me hinchaba el estómago y tenía unos dolores terribles, también tenía muchos gases. Por lo del peso fue que me preocupe y decidí ir al médico para que me dijera que me estaba pasando. Me mandaron a hacer muchísimos análisis, tantos que ya ni recuerdo, pero ningún médico era capaz de darme un diagnóstico correcto y pasaba por todos los médicos sin que me dieran respuesta alguna a mi malestar.

Fue por mi hija que vive en Alemania que me enteré que yo era celiaca. Ella su mudo a ese país y ahí le diagnosticaron la enfermedad y le suspendieron el gluten explicándole como debía ser su tratamiento a través de un plan de alimentación sin gluten. También le dijeron que esta enfermedad era hereditaria y probablemente la había adquirido de algún pariente cercano, es ahí donde comencé a sospechar que mis síntomas podrían estar asociados a la celiaquía.

Luego me entere que la enfermedad celíaca se puede curar si es que el diagnóstico se hace de manera precoz porque al suspender los alimentos que contiene gluten en su composición, se logra regenerar las vellosidades intestinales que se encuentran tan dañadas por nuestro mismo sistema inmunológico, es como si tú mismo te atacaras. Pero yo me enteré demasiado tarde, como les dije, después de haber estado 30 años comiendo lo que no debía y sin saber que me pasaba, esta enfermedad se me complico y me atacó la tiroides, por lo que ahora tengo la enfermedad de yoshimoto (hipotiroidismo), aparte también desarrollé muchas otras intolerancias como a la lactosa (porque mis vellosidades ya estaban muy dañadas me quede sin la enzima lactasa para metabolizar la lactosa de la leche), al pescado y frutas cítricas, y ahora la situación ya no se puede revertir.  

Llega un momento en el que uno ya no sabe qué comer porque por más que yo sepa que un alimento no tiene gluten, puede que le hayan agregado un aditivo que si contenga gluten y por lo tanto me caía muy mal. Esta enfermedad la afronte con mucha pena porque a veces te antojas de cosas y simplemente debes restringirte demasiado por el miedo a saber que luego vas a tener que salir corriendo al baño. Esto no sólo significo renunciar a ciertos alimentos sino también en cierta parte a la vida social ya que ir a un restaurante con mi esposo, a la casa de un pariente o una amiga significaba un problema porque ya no lo podía tanto como antes.

Sin embargo, esta enfermedad me ha ayudado en otros aspectos de mi vida ya que a pesar de los antojos, yo se que debo controlarme y lograr ese autocontrol sobre mi propio cuerpo no sólo en lo referente a la comida sino en todos los aspectos de la vida, me ha ayudado a ser una persona más fuerte y con gran capacidad de voluntad propia.
  
 Ahora cuido mucho mi alimentación, y también tomo suplementos de vitaminas y minerales porque en esta situación soy muy propensa a tener déficit de diferentes micronutrientes y esto a la vez me pone a tener mayor predisposición a otras enfermedades como osteoporosis y anemia. Actualmente estoy pesando 45 kg y a pesar que es poco para mi estatura me siento mejor al saber por fin que es lo que me estaba pasando por tanto tiempo.

En mi casa se cocina especialmente para mí, por ejemplo si van a hacer fideos yo cómo ensalada con pollo. Mi alimentación actual es por la mañana tomo al levantarme un vaso de agua, luego de desayuno generalmente tomo un jugo de guanábana, uva negra, papaya, piña (no de naranja porque me da alergia). También como kiwicha pop, quinua pop y cañihua pop, arroz integral pop, corn flackes de maíz con pasas o almedras y un poco de miel de algarrobina. No tomo ningún lácteo porque me caen muy mal, excepto el queso de cabra que es más suave de digerir, algo que me llama la atención es que cómo viajo a Alemania a ver a mi hija que vive allá, la leche de Alemania no me cae mal, pareciera que acá las mezclan con algo. De almuerzo como verduritas, choclo, quinua, caldos o sopas, olluquito, de carnes sólo puedo comer pollo o pavita porque la carne roja me cae muy pesada y con el pescado me salen ronchas. En la noche como fruta hervida como manzana o pera al horno porque la fruta cruda me genera un poco de malestar.

 Por: Elba B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario